El material de montaña de calidad es una inversión. Cuidarlo adecuadamente no solo garantiza tu seguridad y comodidad en la montaña, sino que también mantiene su valor. Un equipo bien cuidado es un producto estrella en TipTop Mountain.
Aplica estos 5 sencillos «hacks» de mantenimiento y tu material te durará años… o te permitirá recuperar gran parte de tu inversión cuando decidas renovarlo.
- Lava tus Chaquetas Técnicas (¡Sin Miedo!): Hay un falso mito de que las chaquetas con Gore-Tex no deben lavarse. ¡Error! El sudor y la suciedad pueden obstruir los poros de la membrana, reduciendo su transpirabilidad. Lávalas en la lavadora con un programa delicado, agua fría y un jabón neutro o específico para prendas técnicas. Pro-Tip: Reactiva el tratamiento de repelencia al agua (DWR) aplicando calor con una secadora a baja temperatura o con una plancha (poniendo un trapo encima).
- Limpia y Nutre tus Botas Después de CADA Salida: El barro y la humedad son los peores enemigos del cuero y los tejidos. Al volver a casa, quita los cordones y las plantillas. Limpia las botas con un cepillo suave y agua. Si son de cuero, aplica una cera o grasa de nutrir cuando estén secas para evitar que se agrieten.
- Guarda los Sacos de Dormir y las Tiendas SIN Comprimir: Nunca guardes un saco de dormir en su bolsa de compresión durante largos periodos. Las fibras se aplastan y pierden su capacidad de hincharse y aislar. Guárdalo en la bolsa grande de almacenaje (o una funda de edredón) en un lugar seco. Lo mismo para las tiendas: asegúrate de que están completamente secas antes de guardarlas para evitar el moho.
- Revisa y Aprieta los Tornillos de tus Fijaciones y Bastones: Es algo que nadie hace, pero los tornillos de las fijaciones de esquí de travesía o los sistemas de bloqueo de los bastones pueden aflojarse con la vibración. Una simple revisión antes de cada temporada puede evitarte un disgusto.
- Afila tus Piolets y Crampones con Cabeza: Unas puntas afiladas muerden mejor el hielo. Usa una lima manual para repasar las puntas después de usos intensivos. Hazlo suavemente, sin calentar el metal para no alterar sus propiedades. Un material afilado y cuidado se ve profesional y se vende mucho mejor.
Cuidar tu equipo es parte de la cultura montañera. Demuestra respeto por el material, por tu seguridad y por la persona que, en un futuro, podría vivir su propia aventura gracias a él.